Cinco modelos sillas de diseño que deberías conocer

2022-09-03 11:57:42 By : Mr. Bruce Chen

Las sillas, además de su función evidente, un enser que nos permite sentarnos y descansar, se ha convertido con el paso del tiempo en una pieza de decoración clave, y es que parece ser que de entre todos aquellos elementos que componen el mobiliario, es la silla la que mayor interés despierta en los diseñadores.

Gracias al diseño industrial, hoy podemos decir que este mueble ha conseguido evolucionar tanto en sus formas, estilos, tamaños… adaptándose a las exigencias de quien las compras, pero siempre centrándose en su verdadera función.

Para los creadores, contemplarlas únicamente como lo que son, es decir, un base para el asiento, sería olvidarse de la integridad de su verdadera esencia, pues una silla puede decir mucho de su dueño, tanto de la vida que lleva o como de la sociedad en la que vive.

A continuación, le mostramos un sumario con las sillas de diseño moderno más icónicas e influyentes de la historia del siglo XX, auténticas piezas de arte, que marcaron un antes y un después, bien por el uso de nuevos materiales, de técnicas constructivas o por sus diseños atrevidos y rompedores.

Uno de los edificios más representativos de la modernidad y por ende del siglo XX, es el Pabellón Alemán de la Exposición Universal de Barcelona de 1929, diseñado por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, quien, con la colaboración de Lilly Reich, no solo diseñaría el edificio, sino que también diseñó el mobiliario.

La silla Barcelona, fue por lo tanto concebida para convertirse en una especie de trono moderno, ya que su uso estaba destinado al asiento de los monarcas españoles en la inauguración de la exposición.

Se trata de una pieza de líneas sencillas, discretas, a la par que armoniosas y elegantes, de estructura metálica y tapizada en piel. Van der Rohe, era defensor de crear piezas funcionales y de precios asequibles, sin embargo, lejos quedaría ese ideario, pues su precio oscila entre 8.000 y 12.000 euros, dependiendo de los materiales, y que en parte se debe al hecho de que algunas de sus piezas están realizadas de forma manual.

La silla Tolix, fue diseñada por el francés Xavier Pauchard en 1934, como un objeto industrial y puramente funcional, pues fue creada para cafeterías y restaurantes de París, eso sí, con una combinación perfecta entre comodidad y diseño.

Es ligera, resistente, practica, y lo más importante, Xavier consiguió adaptarse a las exigencias de los hosteleros, protegiendo su estructura de metal de la erosión y oxidación gracias al acero galvanizado, añadiéndole tres aberturas en el asiento para cuando estuviese en el exterior, el agua se logrará evacuar, y haciéndolas más finas con el fin de que estas se pudieran apilar con mayor facilidad.

Pese a estar encajada en el estilo industrial, del chiringuito frente al mar, en la actualidad se usa para todo, y es que existe tanta variedad en cuantos, a colores, tamaños y acabados, que la podéis encontrar desde en un loft con toques vintage hasta en una casa clásica con toques sofisticados.

De todas las sillas que componen la lista, es esta la más barata, ya que su precio ronda los 260 euros.

La silla Eames, fue diseñada en la mitad del siglo pasado por una pareja de prolíficos arquitectos y diseñadores, Charles y Ray Eames, pasando a ser una de las más conocidas e imitadas, erigiéndose como icono del diseño de la vanguardia del siglo XX.

Esta fue creada para un concurso que organizó el Museo de Arte Moderno de Nueva York “Low-Cost Furniture Design”, pues por aquel entonces la fabricación de modelos en metal resultaba muy costosa, siendo esta pareja, la encargada de crear la primera silla fabricada industrialmente, de bajo coste, y realizada en fibra de vidrio.

Aunque existen múltiples variantes, cada una con un nombre diferente, DSW, RAR, DAR, todas están compuestas por un asiento de carcasa única, primero de fibra de vidrio, después de polipropileno, y la distinción se encuentra en la estructura de las patas inclinadas, que dicen de estar inspiradas en la Torre Eiffel, y en los diferentes tipos de tapizados.

Su forma curva y ergonómica, hace que se adapte perfectamente al cuerpo, y su base es la que le acaba dándole esa estabilidad, potenciando a su vez el valor estético.

La silla Tulip, fue diseñada por el arquitecto danés Eero Saarinen allá por el año 1956. Obsesionado con la idea de eliminar el concepto de las patas de mesas y sillas, trabajó durante años, aprovechando su formación arquitectónica, para concebir una pieza única e innovadora, la primera silla realizada en material plástico rotomoldeado.

Se trata de una silla maciza, con estructura de fibra de vidrio que gira sobre una base de aluminio, fundido, pulido y lacado en una sola pieza, que ayuda a distribuir el peso por igual, y que resulta ser bastante cómoda. Además, incluye un cojín de espuma de alta densidad tapizado en algodón.

Su mezcla de líneas sencillas y ondulantes la convirtieron en una pieza de diseño revolucionaria en los años 60 por ese aspecto un tanto futurista, aunque hoy día podemos decir que no ha pasado de moda; su precio, 2100 euros.

La silla Ball, fue diseñada por el finlandés Eero Aarnio para presentarla en el Salón Internacional de muebles de Colonia en 1966, en la que con un gran éxito pasó a ser uno de los mejores diseños de la segunda mitad del siglo XX, al romper con el concepto de silla que se tenía hasta el momento.

Para ello, el diseñador la concibió pensando en su propio disfrute, teniendo cuenta una forma tan básica como es la esfera, y a partir de ahí, creó una como especie de habitación, dando esa sensación de recogimiento e intimidad, ideal para poder leer, tener una conservación telefónica o simplemente relajarte.

Al igual que todas, tiene también sus variantes, desde la primera realizada en fibra de vidrio, recubierta de almohadones de espumas con una pequeña base, hasta su también icónica silla Burbuja fabricada en plexiglás y suspendida del techo por un cable de acero. Actualmente se siguen comercializando y su precio oscila en torno a unos 2500 euros.